El tratamiento de la EII en el anciano sigue las mismas pautas y directrices que el de la EII en general. Los objetivos y criterios de selección del mejor tratamiento van a ser los mismos que en los sujetos jóvenes y, en principio, la eficacia y los resultados esperados con los distintos fármacos empleados en el manejo de la EII son similares.
Se ha de prestar especial atención en la prevención y manejo de una posible anemia, malnutrición y/o osteoporosis en este grupo de pacientes de edad avanzada que son mas susceptibles y sensibles a estas complicaciones.
Es importante tener en cuenta la frecuente asociación en este grupo de edad con otras patologías (comorbilidad), así como posibles interacciones farmacológicas dado que es más frecuente la polimedicación a estas edades.
Ésto junto con cambios en el metabolismo de los fármacos que presentan las personas de edad avanzada hace que se deba individualizar el tratamiento en estos pacientes con una correcta monitorización de la función renal y hepática así como vigilancia de la posible aparición de efectos secundarios derivados del tratamiento.